
El salón de actos de la Facultad de CC. del Trabajo y Trabajo Social acogió el pasado 22 de octubre la «IV JORNADA DE INTERVENCIÓN COMUNITARIA EN PROMOCIÓN DE LA SALUD EN EL ÁMBITO SOCIO-EDUCATIVO». Durante el presente artículo se comentará principalmente lo más destacable de este evento, el cual, aunque a priori parezca que solo le concierne a un colectivo reducido y concreto, asevero que ha de ser celebrado por todos, puesto que su aspecto nuclear no es otro que la mejora de la salud de la población, que es una cuestión que irrefutablemente le interesa a toda la sociedad.


En primer lugar, tras la inauguración, la profesora del Departamento de Enfermería Almudena Garrido Fernández contó en qué consiste el Programa Astarté (cuyo eslogan es «COMUNIDADES EDUCATIVAS SALUDABLES»; una auténtica declaración de intenciones). En suma, este nace en la Facultad de Enfermería, está conformado mayoritariamente por profesores y alumnos de la misma y su objetivo es mejorar la salud de la comunidad educativa en el ámbito escolar (colegio, instituto…) en colaboración con las Enfermeras Referentes de Centros Educativos (esta figura será explicada más adelante) mediante la formación de activos en salud e intervenciones en Promoción de la Salud a partir de un Diagnóstico de Salud Comunitario Participativo (DSCP en adelante). «¿Activo en salud?, ¿Promoción de la Salud?, ¿DSCP?¿Qué son estos conceptos técnicos?», se estarán preguntado muchos. Procedamos, pues, a explicarlos, puesto que son fundamentales.
Sin embargo, primeramente tenemos que aclarar que la salud (partiendo de la definición de la OMS) no la entendemos como la mera ausencia de enfermedad, sino como un completo estado de bienestar físico, mental y social. Por tanto, una persona puede tener una salud cuestionable o «mediocre» (y, en consecuencia, mejorable) aunque no tenga ninguna patología. Asimismo, la concepción contemporánea de la salud no se limita (o debería limitar), por suerte, a los problemas físicos, sino que ofrece una visión más amplia en la que se incluyen, por ejemplo, los de índole emocional. Este paradigma nos lleva a reconocer que todos tenemos necesidades de salud (todos tenemos «aspectos a mejorar»), puesto que llegar a ese bienestar pleno es muy difícil (si no imposible), aunque ha de ser nuestra última pretensión.
Ahora sí, un activo en salud es cualquier recurso al que pueda acceder una comunidad determinada y que consigue mejorar la salud de la misma. Estos pueden ser, entre otros, servicios (como los sanitarios; pero también una biblioteca, una escuela, un centro deportivo, etc.), espacios (zonas verdes, parques…) o personas, porque… ¡¿qué hay más vitalizador y beneficioso que unos buenos amigos, compañeros, una persona que mediante la trasmisión de sus conocimientos o generosidad te ayuda, etc.?!
Por otro lado, la Promoción de la Salud engloba cualquier acción que consiga que un colectivo determinado o persona adquiera conocimientos, habilidades o actitudes que le permitan autogestionar de una forma más adecuada y consecuente su salud o la de su entorno. Se trata de proporcionar herramientas a la población para que pueda adoptar un estilo de vida más saludable y manejar por sí misma situaciones que amenacen con «arrebatarles» la salud o, incluso, la vida. En el folleto informativo del Programa ASTARTÉ se muestra una plétora de intervenciones de Promoción de la Salud; desde talleres de Primeros Auxilios hasta consejos para tener un sueño de calidad, pasando por talleres para mejorar la higiene bucodental y sobre el vapeo.
Por último, muy resumidamente, el DSCP es un proceso de investigación que permite saber qué actividades de Promoción de la Salud es más pertinente hacer. ¿Qué sentido tendría hacer una intervención de Promoción de la Salud sobre la importancia del ejercicio físico si al grupo al que se la vamos a hacer es muy activo, pero son todos vapeadores? Efectivamente, ninguno. Por eso un buen DSCP, en el que participe el grupo receptor, es crucial, aunque desgraciadamente muchas veces se obvie.
En definitiva, el Programa Astarté busca optimizar la salud de los más jóvenes mediante la actividades que consigan que los más jóvenes adquieran aptitudes en términos de salud y tengan unas actitudes que los «alejen» de la enfermedad. Y busca hacerlo de una forma inteligente, desmarcándose de las «típicas charlas» que muchos hemos recibido en el instituto o colegio, cuya eficacia es irrisoria debido a su carácter pasivo, puntual, etc.
Cabe recalcar que la Promoción de la Salud, de realizarse de una forma extensiva y siguiendo un modus operandi similar al del programa onubense, sería, además, «probablemente, la salida más eficiente a todos los problemas de nuestros sistemas públicos de salud», en palabras de Antonio Martínez Capa en una story de su cuenta de Instagram, el cual expuso en el evento su TFG, que fue una intervención muy valiente y encomiable llevada a cabo con el Programa Astarté. Esto se debe a que la prevalencia de las enfermedades crónicas iría disminuyendo y, en consecuencia, también lo harían problemáticas como las inaceptables listas de espera o la falta de camas para ingresar a los pacientes, entre otras.


En segundo lugar, se llevó a cabo una mesa redonda en la que participó un representante del alumnado del IES San Sebastián, la coordinadora provincial de las Enfermeras Referentes de Centros Educativos, una representante del AMPA del CEIP Prácticas y el asesor de programas educativos en innovación de la Junta de Andalucía. El carácter tan multisectorial (alumno, padres, enfermeras y sector educación) de la mesa permitió un coloquio muy enriquecedor sobre la situación actual y cuál debería ser el porvenir de Promoción de la Salud en los centros educativos, que era el tema de la misma. El reconocimiento de estas actividades como totalmente beneficiosas fue una máxima que nadie discutió.
Asimismo, quedó claro que estas acciones tienen todavía un carácter poco desarrollado, entre otros motivos porque la figura de la Enfermera Referente de Centros Educativos es aún incipiente. Estas profesionales nacen en Andalucía durante la pandemia del COVID-19 para gestionar los casos que aparecían en los centros educativos, y se mantienen después de esta con el principal cometido de realizar actividades de Promoción de la Salud y prevención de la enfermedad en el ámbito educativo. Se intenta de este modo impulsar una labor (las acciones encaminadas a mejorar la salud de la población) totalmente necesaria y fructífera a largo plazo, pero que sigue estando totalmente infravalorada y eclipsada por las labores de curación, estabilización, seguimiento, etc. del que ya está enfermo.
En tercer lugar, de la programación vespertina subrayo las exposiciones de varias intervenciones comunitarias realizadas desde el Programa Astarté. Entre ellas estuvo la del ya mencionado Antonio Capa Martínez, sobre Salud Afectivo-Sexual, y la de Elena Bernal Padilla, sobre Salud emocional. De su presentación reseño una frase sumamente esclarecedora y pertinente, la cual parece que fue enunciada por el filósofo griego Epicteto y que, aunque no hay un consenso pleno sobre las palabras exactas que empleó, reza lo siguiente: «no nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede». El mensaje es claro en todas sus variantes: en términos generales, son nuestros pensamientos, actitudes, convicciones, etc. los que realmente nos generan malestar, los que agravan los problemas o, en muchos casos, los crean; luego una correcta mentalidad es clave para tener un mayor bienestar emocional.
Finalmente, he de destacar también la ponencia de Andrés Arana sobre el uso de las TICs. Por un lado, mencionó una herramienta muy útil para tomar conciencia del uso que hacemos de nuestros smartphones y que se encuentra por defecto en la mayoría de ellos; se trata una sección a la que podemos acceder en los Ajustes o Configuración del móvil y cuyo nombre no es siempre el mismo (en mi móvil se llama «Bienestar digital y controles parentales»). Esta te revela cuánto tiempo has estado utilizando cada aplicación, y te permite poner un temporizador para cualquier aplicación que la bloqueará si excedes el tiempo de uso diario establecido. Por otro lado, hizo un llamamiento al uso responsable de las TICs; estas invenciones han venido para quedarse, por lo que hemos de potenciar sus bondades a la vez que evitamos sus usos insanos o perjudiciales, lo cual es sumamente difícil.
A modo conclusivo, conseguir que la población esté totalmente empoderada en términos de salud y tenga, por ende, un estilo de vida saludable y una capacidad para manejar satisfactoriamente las vicisitudes o contratiempos que la vida le puede poner por delante es un fin tan ambicioso como necesario. Y con iniciativas como el Programa Astarté y jornadas como esta afirmo que estamos, al menos, un paso más cerca de lograrlo.